EL OTRO 50% SE DEBE A LA CAÍDA DE INGRESOS
Que la política económica del Gobierno es culpable de la actual tensión que vive el mercado de deuda no es ningún secreto. Pero, ¿se puede cuantificar? Los datos muestran que el 50% del déficit se debe al aumento del gasto público. Sin éste, el déficit se situaría hoy en el 7% del PIB.
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2010-06-04ImprimirEnviarCorregirComentar
M. LLAMAS
Las cuentas públicas han registrado en los dos últimos años un descuadre inédito. El Gobierno español gasta el doble de lo que ingresa por vía fiscal, tal y como adelantó LD, lo que ha provocado un ascenso del déficit público récord, hasta el 11,2% del PIB en 2009. España cuenta con uno de los déficits más elevados de la zona euro, junto a Grecia e Irlanda, provocando así la actual crisis de deuda que tanto preocupa a los mercados y a los organismos internacionales.
No obstante, la prima de riesgo país ha pulverizado un récord histórico desde la entrada en vigor del euro. Este mismo viernes el diferencial (spread) entre el bono español y alemán a 10 años ha superado la barrera psicológica de los 190 puntos. El Tesoro tiene que ofrecer a los inversores un tipo de interés superior al 4,5% para colocar su papel en el mercado.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
En 2007 -la crisis inmobiliaria en España comenzó entre mediados y finales de 2006-, el conjunto de las Administraciones Públicas (AA.PP.) cerró con un superávit del 1,9% del PIB, según datos oficiales. El Gobierno se agarraba entonces a este colchón para reiterar la solvencia y solidez de las cuentas públicas españolas, y recurrió a dicho excedente para poner en marcha sus particulares medidas anticrisis con la idea de combatir una recesión en ciernes, aunque ésta fue negada hasta la elecciones generales de 2008.
Tras años de política económica anticrisis por parte del Gobierno de Zapatero, las cuentas públicas cerraron 2009 con un déficit acumulado del 11,2% (unos 118.000 millones de euros). De este modo, en apenas dos años, las AA.PP. han registrado un desequilibrio presupuestario neto del 13,1% del PIB, un desajuste histórico en las cuentas nacionales.
Ahora bien, ¿de quién es la culpa?; ¿es posible cuantificar la responsabilidad de este agujero presupuestario (de 13,1 puntos porcentuales)? Éste es, precisamente, el ejercicio que ha llevado a cabo Jesús Fernández-Villaverde, miembro de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), y su conclusión es clara: la mitad, en concreto 6,38 puntos, se debe al desplome de la recaudación de impuestos, mientras que 6,7 puntos responden directamente al incremento de gasto público llevado a cabo en los dos últimos años.
Es decir, el 50% del actual déficit se debe a la reducción de ingresos y la otra mitad al aumento de gastos, cuya responsabilidad recae en el Gobierno.
Aumento de gasto público
1. Por el lado del gasto público destaca, sobre todo, el incremento de las prestaciones sociales por desempleo, tras pasar del 11,6% del PIB en 2007 al 14,6% en 2009, un incremento de 2,9 puntos porcentuales.
2. En segundo lugar, destaca la remuneración de los funcionarios, que ha pasado del 10,2% del PIB al 11,8%, respectivamente, un incremento de 1,6 puntos. Y ello, se debe tanto al aumento del empleo público (sobre todo, en las autonomías y ayuntamientos) como de los sueldos ya que, de media, han subido un 3% anual desde 2007.
3. Por otro lado, los consumos intermedios (gastos corrientes) de las AA.PP. han crecido del 5,26% al 5,81% del PIB en 2009, mientras que la inversión pública ha pasado del 4% al 4,4%, respectivamente.
4. Por último, los pagos de interés de la deuda apenas han subido -del 1,6% al 1,8%-, gracias a que hasta hace apenas unos meses el Gobierno se ha financiado a tipos de interés medios muy bajos, algo que tras la crisis de deuda europea ya no sucede.
Desplome de los ingresos
Mientras, por el lado de los ingresos fiscales destaca la caída de las siguientes partidas:
1. Impuestos indirectos: caen 3 puntos porcentuales del PIB (cerca de 30.000 millones de euros), al pasar del 11,7% en 2007 al 8,7% en 2009.
2. Impuestos directos: 12,9% del PIB en 2007 frente al 9,6% en 2009 (caída de 3,3 puntos).
Es decir, la mitad de la caída de recaudación ha venido por el lado de los impuestos indirectos y la otra mitad de los directos.
Conclusión
Fernández-Villaverde concluye, así, que el cambio neto presupuestario de 13 puntos del PIB desde 2007 se ha producido como resultado de las siguientes variables: “3 puntos del PIB de caída de IVA y otros impuestos indirectos; 3,3 puntos de caída de IRPF y Sociedades; casi 3 puntos de prestaciones de desempleo y asociadas; casi 1,6 puntos de gasto en funcionarios; algo más de medio punto de consumos intermedios; un tercio de punto de inversión pública; algo menos de un quinto de punto de intereses de la deuda; alrededor de un punto de todo lo demás”.
La mitad del actual déficit se debe, pues, a la política económica de Zapatero. Y ello, entre otros motivos, porque se ha negado a aprobar una profunda reforma laboral que habría suavizado en gran medida el aumento del paro. Hoy, sin embargo, Zapatero reconoce que dicha reforma es imprescindible -dos años después del inicio oficial de la crisis-.
Asimismo, también el Gobierno es responsable del aumento en el número y el sueldo de los empleados públicos, no sólo a nivel estatal sino también autonómico y local. No obstante, es el Ejecutivo el que elabora los Presupuestos Generales del Estado, así como las previsiones macroeconómicas, dos indicadores clave que sirven de guía al resto de AA.PP. para elaborar sus respectivas cuentas anuales.
Además, el Ejecutivo ha transferido a las autonomías unos ingresos fiscales muy superiores a la recaudación real, con lo que los gobiernos regionales han contado con más dinero del que les correspondía, posibilitando así la contratación de más personal público y la aprobación de medidas de estímulo (gasto) de todo tipo. Y, por supuesto, también es responsabilidad del Gobierno la aprobación del Plan E, que se materializó en un incremento de la inversión pública.
Así, según dicho analista, si el Gobierno hubiera optado en 2007 por contener el gasto público España contaría en la actualidad con un déficit próximo al 7% del PIB, muy lejos pues del 11,2% de 2009, con lo que las tensiones que en la actualidad sufre el mercado de deuda español serían, sin duda, muy inferiores. España no estaría en el ojo del huracán internacional ni, por lo tanto, en creciente riesgo de quiebra, tal y como alertan numerosos economistas.
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