viernes, 4 de junio de 2010

se tenía que haber ido por Leopoldo Abadía

Las cosas van por los siguientes sitios:

1. España es una familia mal administrada. Lo he dicho muchas veces, pero, como no se me ocurre otra cosa, lo repito y así me convenzo más.

2. La familia tiene un jefe, que el pobrecico se tenía que haber ido la semana pasada. Y no se fue. ¡Y cuidado que se lo recomendé! No sé si le podíamos animar ofreciéndole una condecoración importante que luciera mucho (el Toisón de Oro, no, que es para otro tipo de personas y que hay que devolverlo cuando te mueres.)

Además, le podíamos ofrecer una pensión generosa, exenta de impuestos, vitalicia y, si me apuráis un poco, extensible a la primera generación de descendientes. Ya sé que esto es un poco caro, pero siempre nos saldrá más barato que soportarle en su puesto.

3. La familia tiene unos hijos, que algunos dicen que no quieren ser hijos y que quieren ser muy autónomos, pero mucho. A estos hijos les ha dado por hacer lo mismo que su padre -los malos ejemplos se pegan- y se han puesto a gastar como si fueran ricos.

4. Aquí hace falta aclarar lo de “como si fueran ricos”, porque con esto del crédito fácil e indiscriminado, y de que hay que consumir, porque si no consumimos qué hacemos en este mundo, nos hemos lanzado a la vorágine y hemos escrito una carta a los Reyes Magos todos los días. Y si un día, por descuido, los Reyes Magos no han leído la carta, organizamos una zapatiesta, porque tenemos el derecho de vivir en el Estado del mucho bienestar.

5. Y luego, hay más hijos. Quizá son nietos. Se llaman Ayuntamientos. Aquí hay unos que cumplen sus deberes y otros que no. Lo que pasa es que los que no hacen cada cosa…

6. Mucha gente ha hecho maravillas. Se les ha olvidado de aquello de que para gastar hay que tener, que es algo muy viejo y que nuestras abuelas ya lo decían.

7. Y luego ha pasado que se ha esparcido lo de la corrupción. Esto es muy viejo y nadie tiene que asombrarse. Porque en la Biblia dice que apareció la serpiente y Adán y Eva hicieron el bobo (primero Eva, luego Adán, por aquello de que las señoras, primero), y dejaron a la humanidad tocada de ala. Y los ingenuos, o los que no han leído la Biblia, siguen admirándose de que haya corrupción.

8. Y luego ha pasado que en esto de la justicia hay un ambiente de chantaje permanente sobre algunos jueces, para que decidan pronto lo que a mí me conviene.

9. Y además, está lo de la reforma laboral, que no acabo de saber qué es y cómo soy muy simplón, pienso que es abaratar el despido. Y punto. Y pienso que, al final, se abaratará de algún modo. Hace tiempo nos gustaba el modelo alemán, luego nos gustó el austriaco, pero, al final, yo creo que de lo que se trata es de conseguir que el que se mete en un negocio, que tal y como están las cosas, necesita un cierto grado de chaladura y de valentía, cuando vaya a contratar personas no piense que ese contrato es como un matrimonio, indisoluble.

10. En esto de la reforma laboral yo podía haber consultado con mi amigo Sandalio, un profesor del IESE que, en esto y en otras muchas cosas, es una autoridad. Pero he preferido no consultar a nadie y escribir lo que me da la gana, porque esto de la libertad cada vez me gusta más. (En secreto os diré que nunca he fumado porque nunca me ha apetecido, Pero desde que han aparecido las prohibiciones, me apetece mucho. Lo que pasa es que me coge un poco tarde).

11. Seguramente, en la reforma laboral habrá que poner algo sobre los convenios colectivos, porque me parece que hay empresas a cuyos dirigentes y a cuyos dirigidos les encantaría llegar a acuerdos entre ellos, sin estar atados por lo que deciden los señores esos que organizan manifestaciones y amenazan con la huelga general.

Y no sé si hay más cosas. Seguro que sí. Pero si sabemos estas, veremos que lógicamente, subirán los impuestos, que lógicamente bajarán los gastos públicos, que lógicamente algún Vicepresidente y algún Ministro se irán a la calle, que lógicamente algunos centenares de parlamentarios autonómicos tendrán que buscarse otro empleo, que algunos asesores tendrán que buscar otros a quien asesorar y que, si Dios quisiera (¡y que quiera, por favor!), nuestro Presidente en funciones se iría a León, de donde nunca debió salir.

P.S.

1. ¡Hay genta mala por el mundo! El otro día dije que el Presidente en funciones debía irse a León y, en uno de los comentarios, alguien me escribió: “y ¿qué culpa tenemos los de León? ¡Que se vaya a Valladolid!”

2. Si vamos por este camino, también podrían preguntarse algo parecido los de Valladolid.

3. Mientras no se vaya a Zaragoza, que haga lo que quiera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario