LA ECONOMÍA ESPAÑOLA, A DEBATE
Cambio de tercio: es hora de minimizar deuda más que maximizar beneficios
La deuda es elevada en todos los países desarrollados y la inyecciones monetarias no llegan a la economía real.
16/06/2010 - 07:57 - JOSÉ JIMÉNEZ
Suscríbete a las noticias
Vota 2 VotosOpina0 OpinionesImprimirEnviarRectificar
Cambio de tercio: es hora de minimizar la deuda más que maximizar los beneficios
Cambio de tercio en la economía española. El nuevo escenario de restricciones más severas al crédito va a invertir la forma en que gobiernos y empresas ajustan sus decisiones económicas. Ahora, lo importante será minimizar la deuda en vez de pensar en aumentar los beneficios, un proceso de desapalancamiento global que ya está afectando a todos los agentes y sectores del sistema.
La idea la explicó David Cano, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI), en unas jornadas organizadas ayer por la Asociación Española de Financieros y Tesoreros de Empresa (ASSET). A su modo de ver, no sólo es importante el importe de deuda de los estados, sino la del conjunto de la economía. Y en el caso español, no es que el endeudamiento del Tesoro sea especialmente elevado, alrededor del 60% del PIB. El problema es que más de la mitad está en manos de inversores extranjeros cuya percepción (sobre esta deuda) no es positiva.
En este contexto, las nuevas formas de hacer política monetaria tienen un papel muy relevante. De hecho, el conocido como quantitative easing está provocando un fuerte aumento de la base monetaria que no se ha trasladado a la economía real. Tanto es así que la oferta monetaria ha permanecido estancada durante los últimos años, muestra del cierre del canal de financiación bancaria en los países desarrollados. Y esta tendencia posiblemente se mantendrá en el futuro, según apuntó Cano.
¿A dónde va todo este dinero? Tal y como explicó el economista de AFI, su destino es la compra de bonos y deuda pública. Igual que hiciera la FED en Estados Unidos, el Banco Central Europeo ha iniciado una política de compra de bonos que Cano valora especialmente y considera una noticia muy positiva ante los temores de algunos inversores sobre la capacidad de financiación de algún país periférico. No obstante, el experto advirtió de que el BCE exigirá a cambio medidas encaminadas a la reducción del déficit público.
En el fondo, el problema es que los gobiernos están fuertemente endeudados, en niveles equivalentes a los de la década de los 50, tras el final de la Segunda Guerra Mundial, según recordó Cano citando la deuda del G7. Es una dificultad común para todos los países desarrollados, que además se ve agravada por el hecho de que la población está cada vez más envejecida, y eso tiene un impacto mayor sobre el déficit público y, porque, además, las perspectivas de crecimiento no son, ni de lejos, las mismas que hace cincuenta años.
Para el caso de España, la situación se complica no ya por la magnitud de la deuda (cercana al 60% del PIB) sino por el hecho de que aproximadamente la mitad está en manos de no residentes a quienes hay que convencer de que no habrá impagos. Sin embargo, Cano subrayó el importante papel que juegan en este contexto los países emergentes, como China o Brasil, que ahora mismo son quienes están en condiciones de prestar e invertir.
¿Y cómo queda la financiación empresarial en este entorno de restricción al crédito? Según el economista de AFI, ganarán peso las nuevas fuentes de financiación, como las emisiones de renta fija por parte de las empresas. Además, destacó el importante papel que juega el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) “que se está desarrollando muy bien”. Ambas vías permitirán reducir la dependencia de la financiación empresarial respecto al canal bancario, que actualmente ronda el 85%, frente al 35% que tiene, por ejemplo, Estados Unidos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario