El desplome de la deuda española deja la liquidez de la banca en situación crítica
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@Eduardo Segovia - 09/06/2010 06:00h
Si el Estado va a tener serias dificultades para refinanciar la deuda que vence en los próximos meses por el desplome de los bonos españoles, los bancos y cajas lo van a tener casi imposible. La crisis de la deuda española ha encendido todas las alarmas en el sector financiero ante la vuelta a una situación de falta de liquidez parecida a la sufrida en otoño de 2008 y que puede poner en aprietos a numerosas entidades que deben hacer frente a grandes vencimientos este año. Y en esta situación, es impensable que vuelva a fluir el crédito en la economía.
El diferencial del bono español a 10 años con el alemán (la principal medida de la prima de riesgo de nuestro país) alcanzó ayer los 2,16 puntos porcentuales, aunque al cierre se relajó hasta 2,07. En todo caso, niveles extremadamente altos que reflejan la desconfianza absoluta de los inversores hacia nuestro país. "Y si nadie quiere comprar bonos del Estado, que es lo más solvente por definición, mucho menos papel de los bancos y cajas españoles".
El mercado de emisiones se ha cerrado en toda Europa, y sólo se logran colocar títulos de la máxima seguridad como las cédulas hipotecarias (covered bonds) y de entidades de países sólidos como Deutsche Bank. Pero es impensable lanzar ahora una emisión por parte de un banco o caja español. La solución, si el problema fuera puramente financiero, sería apelar al aval del Estado, que funcionó muy bien el año pasado. Pero dado que ahora el problema es la credibilidad del propio Estado, tampoco es factible esta opción.
La financiación a corto plazo también es casi inexistente. El interbancario, que nunca ha vuelto a funcionar con normalidad desde el estallido de la crisis financiera internacional, se ha reducido a mínimos: el lunes sólo se cruzaron 4.000 millones, de los que 3.550 fueron a un plazo de un día y el resto, a una semana, según cifras del Banco de España.
Unos vencimientos que dan miedo
Frente a estas dificultades, la banca española tiene vencimientos este año por unos 170.000 millones de euros entre deuda a largo plazo y pagarés a corto. Las estimaciones de distintos analistas cifran en unos 100.000 millones la amortización de crédito -es decir, el dinero que recuperarán las entidades de los préstamos y que podrán destinar a pagar sus deudas-y en otros 15.000 millones la capacidad de nuevo ahorro de la clientela que se puede captar mediante depósitos (y encima a un coste altísimo por la guerra de los depósitos iniciada por el Santander).
Es decir, hay un déficit de 55.000 millones que hay que refinanciar en los mercados o se corre el riesgo de incurrir en impago. Un déficit que afecta más a las entidades medianas y pequeñas, porque las dos grandes pueden intentar obtener esos recursos en los demás países donde operan. Pero "la combinación de riesgo España y entidad financiera es ahora mismo un repelente para inversores", comenta un experto en el sector.
Deutsche Bank señala la liquidez como "la principal amenaza para la banca española". "Los vencimientos son impresionantes y suponen un riesgo enorme si los mercados afrontan nuevas tensiones", explica en un informe, y añade que las cajas de ahorros se encuentran en una posición muy débil y peligrosa desde el punto de vista de la financiación"".
Todos a la ventanilla de Fráncfort
¿De dónde puede salir ese dinero? Pues sólo hay un lugar disponible: de la barra libre de liquidez del BCE. Es decir, la apelación de la banca española a la ventanilla de descuento, que ya ha crecido bastante en los últimos meses, va a aumentar todavía más, lo que seguramente va a obligar a Jean-Claude Trichet a aplazar sine die sus planes de retirar las inyecciones de liquidez ilimitada si no quiere que la banca española salte por los aires.
De momento, ya tuvo que convocar una subasta extraordinaria en mayo de 600.000 euros a un plazo de un año para poder refinanciar la inyección al mismo plazo de 442.000 millones que vencía en junio. Y por supuesto, de subir los tipos ni se habla. Teniendo en cuenta esta situación, Deutsche Bank cree que las entidades españolas no sólo tendrán que aumentar la apelación al BCE y utilizar las emisiones avaladas, sino también utilizar los paquetes de rescate del FMI y la Unión Europea aprobados para devolver la estabilidad al euro.
Con unas condiciones draconianas para obtener liquidez, no cabe esperar que los bancos y cajas vuelvan a conceder crédito a empresas y familias en un futuro próximo. "Si no sabemos si tendremos dinero para pagar nuestras deudas, encima no vamos a prestarlo", comentan en una entidad nacional. Y si lo prestan, "trasladar la prima de riesgo de España en estos momentos a los clientes supondría meterles unos diferenciales totalmente inasumibles por unas empresas que están como están y unos particulares que no saben si mantendrán su empleo", añade.
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