¿Quiere decir esto que no ha fallado el mercado? Desde luego que sí. Pero con matices. Como sostiene Sevilla, la economía ha creado un nuevo casino financiero internacional gracias a la libertad de movimientos de capitales, a la proliferación de paraísos fiscales y a la aparición de enormes fondos de pensiones con activos que en algunos casos superan los PIB de muchos países. Y todo ello aderezado con un acceso casi ilimitado al dinero barato.
Pero no ha fallado el mercado sin más. Ha errado su regulación. O mejor dicho, su mala regulación y sus fallos de supervisión. Como sostiene Bernaldo de Quirós, la crisis iniciada en 2007 ha sido el resultado de dos elementos: de una mala regulación (no de una insuficiente regulación) y de una pésima política monetaria. Nada que objetar. Lo aparentemente contradictorio puede ser a veces complementario.
Estamos, por lo tanto, ante un libro muy recomendable que expone la crisis desde dos puntos de vista, que no necesariamente son antagónicos. Al menos en el diagnóstico de la crisis.
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