jueves, 28 de octubre de 2010

Traiciones de La Memoria: Héctor Abad Faciolince

Traiciones de la memoria
Hay algo muy especial en la escritura de Héctor Abad Faciolince que convierte todo lo que trata en algo interesante, en un texto que uno no se puede saltar, con lee siempre con el placer de saber que está disfrutando de un momento especial de la lectura. Donde Abad consiguió ese estado de gracia que ahora ya parece poseerle fue en su libro memorable El olvido que seremos (Seix Barral), sobre el asesinato de su padre, en Medellín, víctima del terror de ultraderecha que azota Colombia y la sigue amedrentando. Ese libro era una reconstrucción magnífica, conmovedora, del instante en que el padre de Héctor cae bajo las balas; el hijo se acerca al suceso con el temor tembloroso que alimenta el pudor, y alcanza alturas narrativas que sólo puede marcar un poeta. El título respondía a un verso supuestamente de Jorge Luis Borges que el padre llevaba en el bolsillo de la chaqueta cuando fue acribillado. El olvido que seremos. Alguien explicó en diversos artículos y otras intervenciones que el poema no era de Borges, sino apócrifo; yo recuerdo que estaba en La Gomera, hace dos años, cuando supe de la polémica por el propio Héctor, que estaba verdaderamente atribulado porque en algún momento pensó que, en efecto, le había atribuido al poeta argentino algo que no era suyo. Como Abad Faciolince tiene un enorme aprecio por la fidelidad de los datos y de la narrativa que trabaja desde que es un chico se dedicó a buscar y recorrió medio mundo para hacer una pesquisa universal acerca del origen del poema, hasta que halló la verdad verdadera: era de Borges, éste lo pensó, lo dictó, lo corrigió. El destino del poema es difícil de hallar, como una novela de misterio que se desenvuelve como un caramelo raro, y aquí está, el objeto mismo, en una edición que ha hecho ahora Alfaguara y que acabo de comprar en Cartagena de Indias. Anoche acabé el libro, conmovido otra vez por la historia primitiva, el asesinato del padre, y por la capacidad que ha tenido Héctor para convertir su paciencia y su escritura en los instrumentos de su arte. El libro se llama Traiciones de la memoria y a mi me gustaría recomendarlo.

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