El número de españoles que reconoce beber alcohol "habitualmente" (todos los días o todos los fines de semana) ha crecido casi 15 puntos (del 33,4% al 47%) en los últimos diez años, mientras el consumo habitual de cannabis prácticamente se ha duplicado en ese mismo periodo, pasando del 4,3 por ciento de la población en 1999 al 7,5 por ciento registrado en 2009, según los resultados del estudio 'Valores Sociales y Drogas, 2010', presentado este martes en Madrid por la Federación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).
La investigación, realizada con la colaboración de Obra Social Caja Madrid y el Plan Nacional sobre Drogas, ha contado con la participación de más de 1.200 personas de 15 a 64 años de toda España y, entre sus conclusiones, destaca la "ambigüedad" con la que se enfrentan los españoles al consumo de drogas.
En este sentido, y a pesar del significativo porcentaje de consumidores habituales, los resultados señalan que el 66,8 por ciento de los encuestados considera a alcohol "bastante o muy peligroso", frente al 72 por ciento que piensa lo mismo del cannabis. En sentido contrario, quienes ven poco o nada peligrosas las sustancias suponen una minoría que alcanza el 6,9 por ciento para el alcohol y el 9 por ciento para el cannabis.
Para reequilibrar ese riesgo --explica el director técnico de la FAD, Eusebio Megías-- los españoles han empezado a reconocer que las drogas sí que sirven para algo". En concreto, el 54,1 por ciento afirma que las consume para "divertirse y pasarlo bien"; el 49,7 por ciento por que "está de moda y la toman sus amigos"; el 44,4 por ciento por "curiosidad" y el 33,5 por ciento "por el gusto de hacer algo prohibido".
Formas de afrontar la vida
Pero el estudio aporta también otros datos llamativos. "Vivir sin pensar en el mañana", "arriesgarse por cosas nuevas", "vivir como a cada cual le guste" o "disponer de mucho tiempo libre", valores tradicionalmente atribuidos y reprochados a los jóvenes, son asumidos cada vez más por el conjunto de los españoles.
Esta es una de las conclusiones del estudio, que constata una "notable tolerancia" en lo relativo a la moral privada (aborto, eutanasia, relaciones homosexuales..), un rechazo claro de comportamientos sancionados y que afectan a terceros (robar, estafar, conducir bebido..) y posturas intermedias frente a comportamientos entre los público y lo privado (engañar en impuestos, emborracharse o fumar en espacios públicos).
Algo más del 60% considera admisible la eutanasia, el 54% admite una total libertad para abortar y las relaciones homosexuales cuentan con el apoyo del 44% de la sociedad española (el colectivo que más justifica esta tendencia sexual es el de 35-45 años).
En la pena de muerte, casi el 36% de los encuestados justifica su aplicación para delitos muy graves, cuando en 2001 el porcentaje no alcanzaba el 27%.
La tolerancia hacia esta práctica aumenta aun más en la franja de edad de 15 a 24 años. Algo menos de la cuarta parte de la población considera legítimo fumar en edificios públicos y algo más del 20% justifica el suicidio.
Eusebio Mejías, director técnico de la FAD, ha señalado que no tiene fácil explicación que la justificación de la eutanasia sea casi 40 puntos porcentuales mayor que la del suicidio, al tiempo que ha pedido una reflexión sobre el hecho de que haya más tolerancia hacia la pena de muerte que frente a fumar en lugares públicos.
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