Alfredo Sáenz (Getxo, 1942), consejero delegado y vicepresidente de Banco Santander, será inhabilitado como banquero. El ejecutivo ha estado al frente del banco durante la etapa en la que la entidad se ha internacionalizado y ha sido quien ha tenido que lidiar, al frente de la entidad, con escándalos como el de la estafa de Bernard Madoff.
Pero contrariamente a la idea generalizada, Sáenz no ha sido el artífice de la expansión exterior del banco, aunque sí se ha convertido en uno de los responsables del crecimiento del negocio en España tras la fusión con el Central Hispano hace ahora diez años. Se trata también del principal defensor de la política de desinversiones (Dragados, Vallehermoso, Cepsa...) de toda la cartera industrial del banco y la focalización del grupo en el negocio netamente bancario.
El vasco, el ejecutivo bancario mejor pagado de España al que describen como alguien frío y altivo, se ha opuesto a casi todas las adquisiciones de la entidad, en especial la del británico Abbey Nacional. De hecho, fuentes del sector comentan que el ejecutivo no ha mostrado ningún interés por el negocio en Latino América, del que se ha hecho cargo Francisco Luzón, director general de la División América del grupo.
La acusación popular ya pidió hace más de un año la destitución de Sáenz como consecuencia de uno de los principios éticos del sector: “Un banquero no puede estar imputado”. Y parece que ha llegado el momento de que el CEO de Santander deje el cargo y abra un nuevo capítulo en su vida y que el banco afronte una reorganización de su cúpula.
La sentencia del Tribunal Supremo todavía no está firmada, pero condena a la mano derecha de Emilio Botín a ocho meses de cárcel por haber cometido un delito de acusación falsa y estafa procesal cuando era presidente de Banesto. Santander no ha querido hacer comentarios sobre esta información debido a que "no tiene conocimiento, ni existe ningún documento oficial sobre la resolución".
Si abandona el puesto, Sáenz, hombre de confianza de Botín que ha aceptado permanecer a la sombra de la familia, lo hará, a sus 69 años, con la mayor pensión de los ejecutivos de nuestro país: 83 millones de euros. Sáenz cobró en 2009 el sueldo más alto de España: 10,2 millones de euros, un 10% que en el ejercicio anterior.
Emilio Botín fichó a Sáenz, licenciado en derecho y ciencias económicas, para liderar la integración de Banesto. Fue uno de los fichajes más polémicos de la historia de la banca española. El vizcaíno, formado en la cantera del BBV, estuvo al frente del banco como interventor nombrado por el Banco de España tras la intervención en 1993 sobre la entidad presidida entonces por Mario Conde.
Falsa querella para cobrar una deuda de Banesto
Cuando Sáenz era presidente de Banesto y “con su conocimiento y beneplático” se presentó una querella por estafa y alzamiento de bienes contra cuatro empresarios “a sabiendas de que eran inocentes”.
Saénz y el resto de acusados -José Ángel Merodio Zubiarrain, ex consejero director general del área comercial de Banesto; Miguel Ángel Calama Teixeria, ex director regional de Banesto en Catalunya y Baleares, y Rafael Jiménez de Parga, letrado externo del banco- presentaron la querella criminal contra Pedro Olabarria Declaux y socios, vinculados al grupo Olabarria o Grupo Harry Walker, en 1994.
El banco les exigía el cobro de una deuda contraída con la entidad por valor de 600 millones de pesetas. Según el escrito del fiscal, los acusados dieron luz verde a la presentación de la querella sabiendo que los hechos y las afirmaciones en que se sustentaba eran falsos y que se saldó con la detención de los querellados.
El fallo del Supremo fue votado el pasado mes de diciembre, según ha publicado El Mundo, y se dará a conocer en unos días. De ser firme, supondría la salida inmediata del número dos de Santander.
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